El recurso de la madre pretendía que los cuatro abuelos pagasen además de la pensión de la nieta, sus clases de música y otros gastos extraordinarios.
Fue el primer caso en España que declaró un derecho de una menor a percibir pensión de alimentos de sus abuelos. La madre está impedida para trabajar y el padre padece una enfermedad que le impide incorporarse al mercado laboral. Los dos progenitores son insolventes.