Esta orden se publicó en el BOE, el pasado 28 de octubre del 2011, entrando en vigor a los 6 meses.
Tiene un triple objetivo:
1.- Codificar en un sólo texto, la normativa básica para su mejor claridad y accesibilidad.
2.- Actualizar la protección del cliente bancario, mejorando exigencias en materias como: información sobre tipos de interés y comisiones, comunicaciones con el cliente, información precontractual, servicios financieros vinculados, etc…; Asesoramiento, distinguiéndolo de la directa comercialización de sus propios productos ; Y medios electrónicos, reconociéndolos como mecanismos equiparables al tradicional soporte de papel.
3.- Desarrollar los principios previstos en la Ley de Economía Sostenible, en lo que se refiere al préstamo responsable, obligando al sector financiero español, en beneficio de clientes y de la estabilidad del mercado, a mejorar los niveles prudenciales en la concesión de este tipo de operaciones. Se ha diseñado un sistema basado en la evolución de la solvencia, para valorar el riesgo de impago a efectos de la concesión de un préstamo.